Hace unos meses, decidí pulir el granito blanco de la cocina porque noté que había perdido su brillo original. El primer paso en el proceso de pulido es la limpieza profunda del granito. Me aseguré de utilizar un limpiador específico para superficies de granito, ya que los productos comunes pueden dañar la piedra con el tiempo. Utilicé un litro de este limpiador, que costó aproximadamente 15 euros, para cubrir toda la superficie de trabajo.
Una vez que la superficie estuvo completamente limpia y seca, procedí a evaluar el estado del granito. Es crucial identificar cualquier daño, como arañazos o manchas profundas. En mi caso, había algunos arañazos menores y una mancha de vino que había estado allí por unas semanas. Según expertos del sector, un granito bien cuidado puede tener una vida útil de más de 100 años, así que sabía que valía la pena el esfuerzo.
Para eliminar los arañazos, usé un kit de pulido de granito, que incluye almohadillas de pulido de diferentes granos y un esmeril de mano. Empecé con una almohadilla de grano 50 para los arañazos más profundos y luego fui subiendo hasta llegar al grano 3000 para un acabado espejo. Cada cambio de almohadilla requiere alrededor de 10 minutos de trabajo, y la velocidad del esmeril debe mantenerse a unas 3000 RPM para obtener los mejores resultados. Durante el proceso, utilicé unas dos horas en total solo para el pulido.
Además, me aseguré de mantener la superficie húmeda durante el pulido para evitar el sobrecalentamiento y daños adicionales en el granito. La humedad también ayuda a levantar el polvo generado, lo que mejora la eficiencia del pulido. Cada vez que cambiaba de almohadilla, lavaba la superficie con agua y un paño limpio para evitar la acumulación de polvo abrasivo.
Después de pulir, procedí a aplicar un sellador específico para granito blanco. Según varios estudios de la industria, el uso de selladores puede aumentar la resistencia del granito a manchas y arañazos en un 50%. Compré un sellador de alta calidad que tenía un costo de alrededor de 30 euros. Apliqué el sellador con un paño suave, siguiendo las instrucciones del fabricante, y me aseguré de cubrir cada centímetro de la superficie. El proceso de aplicación y secado tomó aproximadamente 24 horas.
Un amigo mío, quien es diseñador de interiores, me recomendó que realizara este procedimiento cada dos años para mantener el granito en óptimas condiciones. Según su experiencia en el campo, el estado del granito tiene un gran impacto en la valoración de una propiedad. Un granito bien mantenido no solo es más atractivo visualmente, sino que también puede aumentar el valor de reventa de la casa en un 10%.
Adicionalmente, después de sellar el granito, es importante realizar un mantenimiento regular. Utilizo un limpiador pH neutro para limpiar la superficie semanalmente, lo cual evita el desgaste prematuro del sello y mantiene el granito en buenas condiciones. El mantenimiento regular es clave para garantizar la durabilidad del sellador y del granito mismo.
Para aquellos que estén considerando contratar a un profesional para este trabajo, el costo de pulir y sellar granito blanco puede variar significativamente. Basándome en algunas cotizaciones que obtuve, el precio puede ir desde los 200 hasta los 500 euros, dependiendo del tamaño de la superficie y la calidad de los materiales utilizados. Sin embargo, al hacerlo yo mismo, ahorré una cantidad considerable y aprendí mucho en el proceso.
Finalmente, la satisfacción de ver el granito blanco brillar nuevamente no tiene precio. No solo mejoré la estética de mi cocina, sino que también aumenté la durabilidad de la superficie. Además, cada vez que alguien me visita, recibe una excelente impresión de mi cocina renovada. Si te interesa realizar un proceso similar, puedes obtener más información sobre granito blanco aquí.