Cuando trabajas con superficies de cuarzo en la cocina, lograr un acabado sin rayones se convierte en una cuestión de técnica y cuidado. Estoy seguro de que aprecias la belleza y funcionalidad de estos materiales en tu hogar, considerando que el cuarzo tiene una dureza de 7 en la escala de Mohs, lo que lo hace bastante resistente. Sin embargo, no es invulnerable a los rayones. Un rayón puede ser una molestia en una superficie que puede costar entre 50 a 100 euros por metro cuadrado, por lo que cuidarla adecuadamente es crucial.
Para empezar, quiero mencionar la importancia del uso de utensilios y productos adecuados. En lugar de utilizar esponjas abrasivas al limpiar el cuarzo, opta por paños de microfibra. Estas son más suaves y reducen la posibilidad de dejar marcas, y la diferencia en la eficacia de limpieza puede ser de hasta un 50% en comparación con materiales más duros. Actualmente, existe una variedad de limpiadores comerciales específicos para cuarzo que contienen pH neutro, lo que es esencial para evitar dañar la superficie. Estas opciones están formuladas para mantener el brillo sin comprometer la integridad del material.
Ahora bien, al considerar cómo evitar rayones, resulta fundamental entender el impacto de algunos hábitos. Por ejemplo, arrastrar utensilios de cocina sobre la encimera puede generar micro-rasguños que a la larga opacan el cuarzo. Conozco casos como el de una amiga que, tras una remodelación completa de su cocina valorada en 10,000 euros, se dio cuenta de que pequeños errores cotidianos afectaban la apariencia de su lujosa encimera. Evitar cortar alimentos directamente sobre el cuarzo y usar siempre tablas de cortar es esencial para prolongar la vida útil del material.
En caso de que el cuarzo ya tenga rayones, existen métodos para mitigarlos.
Para leer más sobre estas técnicas de pulido, puedes visitar [aquí](https://www.panmin.com.es/que-tecnicas-se-utilizan-para-cortar-y-pulir-el-cuarzo-blanco-polar/).
El proceso puede incluir el uso de papeles de lija fino o compuestos especiales de pulido, que están diseñados para restaurar el brillo. Esto, sin embargo, puede requerir la pericia de un profesional, ya que el uso inadecuado de herramientas no especializadas puede empeorar el problema.
Con toda la información que se dispone hoy en día sobre las propiedades del cuarzo, es sorprendente cómo sigue siendo una elección popular tanto para cocinas residenciales como comerciales. Su durabilidad, resistencia al calor y la variedad de colores disponibles en el mercado hacen que muchos arquitectos e interioristas lo recomienden para proyectos que buscan un equilibrio entre estética y funcionalidad. Es importante entender las prácticas de mantenimiento adecuadas para maximizar el valor y la vida útil de esta inversión.
